Esta es la historia de un cangrejo que vivía debajo del mar y siempre se acercaba a aguas poco profundas porque así podía ver el sol y veía cosas moverse en el cielo, y decía «Yo quiero ser como esas cosas», sin saber que eran pájaros. Entonces un día se atrevió a salir fuera del mar y vio que había nubes, como figuras blancas que se iban moviendo por el cielo y entonces dijo «¿Qué es eso que se mueve blanco en el cielo? Vaya, yo quiero llegar ahí», porque el cangrejo sabía hablar, entonces volvió a su casa y se le ocurrió la idea de coger unas algas y pegárselas en el ojete, y decidió ir a ver a Josefina la medusa, que vivía entre los corales de la zona pobre de fondo de triquini.
El cangrejo entrando al barrio veía la desesperación en la cara de sus habitantes porque había un malhechor que había estado robando alcantarillas y la gente estaba molesta porque las alcantarillas estaban al revés y contenían pis de cabra que infestaba fondo de triquini, con lo cual los habitantes estaban enfermos.
El cangrejo nada más llegar dijo «¿Pero que me estás container?» se puso una hoja de alga que llevaba en la cabeza para no infectarse y prosiguió su camino hacia la casa de Josefina la medusa. Al llegar llamó a la puerta con pinza y al ver que no abrían empezó a restregar su pene contra ella. Al darse cuenta de que no funcionaba vio que la casa tenía una ventana abierta y empezó a escalar hacia ella. Asomó la cabeza antes de entrar y vio una luz dentro, distinguió a Josefina la medusa enrollándose con el trozo de ternera de un Kebab y a su mayordomo Jose Luis El Pulpo Con Cuatro Cabezas afeitando un cactus y diciéndole lo hermoso que era y trazando planes de boda. Josefina vio al cangrejo y dijo «Coño, un cangrejo que habla» y el cangrejo respondió «¿Y como sabías que estaba aquí?» a lo que Josefina le contestó «Porque yo lo sé todo de ti, te sigo en twitter».
La Josefina le dijo «¿Qué es lo que has venido a buscar a esta santa casa?» y el cangrejo contestó «He venido a buscar esas cosas que tienen los animales que vuelan en el cielo» ella le dijo «Esas cosas que tienen los animales se llaman alas, y yo puedo conseguirte unas por un presio barato, que consiste en ir a por una perla que esta escondida en las afueras de Cabrápolis en el ojete de la gran zebra Georgi Stefan»
El cangrejo aceptó y emprendió su búsqueda hacia la perla…
Rincón de Sade 
inpresionamte
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